viernes, 24 de diciembre de 2010

Testimonio de Daniela Tevez

Llegué al comedor con muchas expectativas, era la primera vez en mi vida que realizaba una experiencia comunitaria. Estaba bastante ansiosa, con ganas de comenzar a colaborar porque eso era lo que creía. Cosa que no fue así, todo lo contrario. Ellos me ayudaron a ver una realidad que no conocía.
Lo viví con muchísimo amor. Solo quería estar allí y me sentía totalmente parte del entorno. Tuve la posibilidad de estar con gente impresionante de la cual aprendí muchísimo.

Esta experiencia me dejó huellas en el alma. Sé que desde ahora mi vida es distinta, que no puedo ir por la vida sin mirar a los costados. Aprendí que con poco se puede hacer mucho. Que la gente necesita ser oída, ser mimada. Esto abrió en mí, un camino que no conocía. Y todo esto se lo debo a la visión de vida de la Fundación Corriente Cálida Humanística, a la Sra. Cristina Sánchez, por darme esta oportunidad de colaborar y a la Sra. Ángela por enseñarme que en esta vida hay mucho más que la propia vida.

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